Un testamento es un documento en el que una persona (el "testador") declara cómo desea que sean dispuestos sus bienes después de su muerte. En Chile, la ley que regula los testamentos es el Código Civil.
Existen dos tipos de testamentos en Chile: el testamento ológrafo y el testamento otorgado ante notario.
El testamento ológrafo es aquel que es escrito a mano por el testador y debe cumplir ciertos requisitos para ser considerado válido. Estos requisitos incluyen:
- Debe ser escrito a mano por el testador y no puede ser mecanografiado ni escrito por otra persona.
- Debe ser firmado por el testador al final del documento y en cada una de las páginas en las que esté escrito.
- Debe ser fechado y estar escrito de forma clara y legible.
- Debe ser guardado en un lugar seguro y no debe ser destruido intencionalmente por el testador.
El testamento otorgado ante notario es aquel que es redactado por un notario y firmado por el testador y el notario en presencia de dos testigos. Este tipo de testamento es considerado más seguro y es menos propenso a controversias o disputas posteriores a la muerte del testador.
Es importante tener en cuenta que, en Chile, ciertos bienes (como la mitad de la propiedad de la vivienda conyugal y ciertos derechos hereditarios) no pueden ser dispuestos por testamento y deben ser repartidos de acuerdo con la ley. Es recomendable consultar con un abogado especializado en derecho de sucesiones para obtener más información y asegurarse de que el testamento cumple con todos los requisitos necesarios.